Ir a una terapia de pareja es una excelente alternativa para mejorar la relación y disminuir los conflictos. Pero lamentablemente muchas personas no buscan ayuda, por qué no saben en qué consiste una terapia de pareja. Acá podrás conocer los ejercicios más comunes de Terapia de pareja y así entenderás en qué consiste esta terapia.
Así mismo, hay otras personas que sienten que para hacer una terapia de pareja es porque el vínculo ya está muy dañado. Entonces pueden sentir miedo de ir, y se preguntan: ¿realmente estamos tan mal? ¿Necesitamos de un tercero? o un juez?
Pero la realidad, es que hacer una terapia de pareja es una excelente forma de evitar llegar a esos estados. La rutina, el cuidado de los niños, el trabajo, a veces hacen que como pareja y amantes, nos vayamos distanciando. Y luego, al pasar los años, nos damos cuenta que ya no hay nada en común. En estos casos, si uno de los dos hubiese propuesto hacer una terapia, tal vez podrían haber encontrados puntos de unión. A veces aplicando, unos simples ejercicios, podemos ir tomando consciencia de los patrones dañinos de la relación y generar cambios para salvar la relación.
Ejercicios fundamentales para trabajar en terapia de pareja
Escuchar al otro sin interrumpir
La mayoría de las discusiones se escalan porque no escuchamos al otro. Cuando estamos en la conversación y nuestra pareja nos habla, ya estamos pensando en qué contestarle. No prestamos atención alguna a lo que no está diciendo.
Escuchamos la primera frase, por ejemplo nos dice: « lo que pasa es que el otro día vino tu madre y …» y tú ya dejaste de escuchar y completaste la frase con lo que tú crees que te va a decir. Y luego piensas «claro lo que pasa es que a ti no te gusta mi mamá» . Y frente a eso, probablemente querrás defenderte a ti y a tu madre y comienzas a atacar con frases irónicas: «Bueno al menos mi mama viene«. Pero nuestra pareja nos detiene y nos dice, «no me dejaste terminar, yo quería decirte que cuando vino tu madre pensé que podíamos dejarle a los niños y no me atreví a preguntarle».
Muchas veces, creemos conocer tanto a nuestra pareja que sentimos que no necesitamos escucharla porque sabemos lo que nos va a decir. Y eso es una trampa mortal para una discusión. Si creemos saber con tanta seguridad lo que el otro nos va a decir, para qué discutir entonces!
Por otro lado, el sentir que no nos escuchan también es muy frustrante.
Por lo que este ejercicio consiste en escuchar al otro sin interrupción. Podemos hacer pequeñas preguntas aclaratorias. Como por ejemplo : «no entiendo a que te refieres con esto, ¿me lo podrías explicar?» «Siento mucho que te estés sintiendo así, ¿Desde cuando te estás sintiendo así?»
Dejar que el otro hable sin interrumpir, te va a permitir entenderlo, acabar con la dinámica de debate en la cual nos debemos defender. Y cambiar la dinámica a una basada en el deseo de comprender al otro.
Es curioso, pero puede ser que llevemos años de relación, y aún queremos defendernos y atacar. En vez de tomar consciencia que nuestra pareja es algo de lo más valioso que tenemos y queremos entender. En la medida que entendamos al otro, podremos mejorar la relación.
Cambiar la crítica por el agradecimiento
Probablemente detrás de cada crítica haya al menos uno o dos cosas por agradecer. Pero como estamos acostumbrados a que la otra persona haga eso por mí, lo dejamos de ver. Y nos quedamos aferrados en lo que queremos que el otro cambie.
Por ejemplo, frente a una posible crítica de que nuestra pareja trabaja mucho. De esa actitud, hay mucho por agradecer. Una persona que prioriza en trabajar, es una persona que está preocupada del bienestar económico de la familia, que quiere darle un futuro mejor a sus hijos, o que quiere asegurar ciertos bienes. Pero indudablemente, una persona que trabaja mucho está más ausente en la vida cotidiana. Entonces, un ejercicio interesante sería preguntarse por el contrario, ¿prefiero una persona que esté todo el día en casa preocupado de lo cotidiano, pero que no esté pendiente del trabajo?.
Obviamente estos casos son exagerados y extremos, y siempre se puede llegar a un equilibrio. Pero hay aspectos a veces en la vida en lo que ideal no existe. Y frente a la imposibilidad de tener un equilibrio, pensar en lo opuesto ayuda a querer agradecer lo que criticamos.
Entonces, cuando nos sentamos o nos obsesionamos con una crítica hacia nuestra pareja, piensa, cómo esto que quiero criticar podría ser positivo para mí.
Si todos los días nos preocuparíamos más de agradecer al otro que de criticar, probablemente, como pareja estaríamos mucho más unidos y conectados.
Recordar la historia
Muchas veces estamos tan enfocados en lo difícil que está siendo el momento presente, lo desconectados que podemos estar. Qué olvidamos nuestra historia y olvidamos qué fue lo que nos unió en su momento.
Hacer una línea de vida, permitirá observar todos los desafíos que han tenido que enfrentar como pareja, conectarse con qué fue lo que los unió en su momento. Esta actividad es interesante hacerlo por separado, ya así podemos ver qué recuerdos tiene cada uno, y cuales considera más importantes.
Todas las parejas, idealmente, comienzan con la fase inicial del amor romántico, y luego puede avanzar a otra fase, como la fase de un amor más maduro. Pero para llegar a la fase de amor más maduro, debemos atravesar la fase de desilusión y poder transformar nuestra relación. Debemos entender que dejar la fase del enamoramiento, es algo necesario para evolucionar en la relación.
Si te propones, durante un mes poner en práctica estos ejercicios, tu percepción de tu pareja cambiará, tu cuidado por la relación y por tu pareja aumentará. Este cambio ayudará a que nos relacionemos con más cariño y respeto. Y que dejemos de ser contrincantes o enemigos, a ser miembros de un mismo equipo.
No podemos olvidar, que nuestra pareja es con la que mayor tiempo, recursos y proyectos compartimos. Por lo mismo debemos cuidarla e intentar disfrutarla. De lo contrario, nuestra vida se puede volver bien desagradable. Nadie quiere vivir con el enemigo.
Si estos ejercicios no te motivan a iniciar una terapia de pareja, es importante que sepas en qué consiste una terapia de pareja, para que puedas motivarte a iniciar una.