Escrito por 3:13 pm Relaciones de Pareja

En qué consiste la Terapia de Pareja

Diagnóstico de la pareja

La terapia de pareja consiste en una terapia psicológica, basada en el diálogo, donde el psicólogo o psicóloga clínica, les irá haciendo preguntas a la pareja para conocer las personalidades de ambos, la historia y poder hacer un diagnóstico de la relación. 

Elementos a evaluar en una terapia de pareja

Conflictos de la relación

El terapeuta de pareja debe evaluar los conflictos que están teniendo como relación.  Es necesario indagar el origen de éstos, el tiempo que llevan ocurriendo y cuáles han sido las técnicas o formas en que la pareja ha podido enfrentarlos. 

En este punto es importante analizar los motivos por los cuales están consultando, si son temas de comunicación, de inseguridades, de engaños, problemas económicos, o discrepancias respecto a la crianza de los niños, cuidado de la casa, definición de prioridades, infidelidad, baja o nula intimidad entre otros.

Conflictos a nivel individual que podrían afectar en la dinámica de la pareja

El psicólogo a cargo de la terapia debe analizar las características particulares de cada miembro de la pareja y así determinar cuáles son los conflictos que pueden tener a nivel individual que afectan en la relación y en la dinámica de la pareja. Por ejemplo, que un miembro de la pareja esté cursando un cuadro depresivo por un duelo reciente, o que uno de los dos, o ambos, esté muy estresado con el trabajo o la vida cotidiana. Por su puesto una persona que está en un proceso de duelo, tendrá poca motivación para hacer cosas, puede ser que esté menos tolerante a las necesidades del otro, con menos motivación. Por lo que es natural que la pareja se vea afectada. También existe la posibilidad de que el profesional a cargo de la terapia de pareja, evalúe que hay un miembro de la pareja que está con necesidades individuales que son importante de trabajar. En este caso es posible que lo derive a una terapia psicológica individual. Pero eso no significa que esa persona, que fue derivada a una terapia individual, es la responsable de los conflictos, simplemente significa que una terapia podría ayudarlo a sentirse mejor.

Recursos y aspectos positivos de la relación

El psicólogo hará preguntas acerca de la historia de la relación, para así poder ir identificando qué elementos del otro y de la dinámica permitieron que se formará la pareja. Hacer un recorrido de la historia siempre entrega mucha información de la forma de funcionar de la pareja y de cómo han ido perdiendo o distanciándose de los elementos que en un principio los unieron. 

Personas involucradas

Muchas veces los conflictos de la relación no son solamente entre los miembros de la pareja, puede ser que estén los hijos o la familia extensa involucrada, como los padres de uno de ellos o los abuelos. Hay casos en que la pareja se lleva completamente bien a nivel «individual», con mucha armonía interna, pero cuando deben interactuar con tercero comienzan los conflictos.

Revisar la historia y las personas involucradas

A partir de este diagnóstico, el terapeuta les plantea las hipótesis a los pacientes y les explica los motivos por los cuáles podrían estar relacionándose así. Por ejemplo, una pareja que tiene muchos problemas de comunicación. Es posible que uno de ellos prefiere no hablar, y tomar distancia. Ya que cada vez que discuten la otra persona lo invade con preguntas.

Al poder ver las dinámicas de la relación y cómo se van dando los patrones, cada miembro de la pareja puede ir tomando consciencia de cómo afecta el o ella al conflicto. 

Luego del diagnóstico y de la fase de comprensión de los conflictos, se proponen objetivos para que a través de la terapia de pareja se puedan ir logrando los cambios esperados.

La base de la terapia de pareja es hacer un autoanálisis e identificar cómo uno afecta a los conflictos. Esta mirada hacia uno mismo es probablemente totalmente distinta a lo que los miembros de la pareja llevan haciendo. Es normal que en la dinámica de la pareja, se busque culpar y responsabilizar al otro. Y se genera la sensación de que “si mi pareja no hiciera  X cosas no estaríamos así”. 

Con una terapia de pareja esta frase cambia a “si yo dejara de hacer X cosa probablemente mi pareja dejará también de hacer eso que tanto me molesta”. 

Para ir entendiendo esta nueva forma de aproximarse al conflicto, el o la terapeuta de pareja diseñará un modelo de intervención, con actividades en sesión y actividades fuera del espacio terapéutico. La idea de “estas tareas para la casa” es extender el aprendizaje en sesión a la vida cotidiana de los pacientes. Ya que muchas veces las parejas logran comunicarse mejor, ser más empáticos y amorosos entre ellos en sesión. Pero luego en la vida cotidiana podrían retomar los patrones anteriores de la relación. 

La mayoría de las veces son sesiones con ambos miembros de la pareja, pero podría ser que en algún momento determinado de la terapia los citan por separado.

En la medida que se van cumpliendo los objetivos, la frecuencia de la terapia puede ir disminuyendo, para ser un espacio cada vez más distante. Hasta pasar a la fase del egreso y cierre. No obstante, en un principio se recomienda realizar terapias semanales, ya que una semana es un tiempo suficiente entre sesión y sesión. Además como la mayoría de las parejas consultan estando en crisis, es necesario hacer el diagnóstico relativamente rápido y comenzar prontamente la intervención. Ya que la pareja podría tomar decisiones respecto a la continuidad de la relación dependiendo de los avances de la terapia. Entonces es común escuchar que una pareja diga: “hemos hecho todo para estar bien, hasta hemos ido a terapia y no mejoramos”. Pero claro, al indagar, la terapia de pareja la están realizando una vez al mes. Es por eso que la frecuencia es fundamental, sobre todo en un principio.

La duración de la terapia dependerá de los conflictos que estén teniendo, de la estructura de personalidad de cada uno y principalmente de la motivación que tengan al cambios. Como bien dice Erich Frohmm en su libro de “El arte de Amar” para amar se requiere esfuerzo, aprendizaje y deseo de entender y conocer al otro desde sus necesidades para así poder amarlo más allá de las diferencias.

Y eso es el objetivo de una terapia de pareja, ya que al conocer al otro y entender su forma de funcionar, podremos amarlo y traspasar los conflictos y problemas de pareja, y conectar con el corazón de la otra persona.

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