Escrito por 11:00 pm Ansiedad, Bienestar

Tener ansiedad sin un motivo aparente

Ansiedad sin motivo aparente

La ansiedad es una emoción que surge como una respuesta natural del cuerpo y de la mente ante situaciones que percibe como amenazantes o estresantes. Como señala la Clínica Mayo, sentir ansiedad de manera ocasional es parte de la vida. Sin embargo, muchas personas experimentan ansiedad de manera constante y sin un motivo aparente, es decir sin un estímulo externo que puede ser la causa de la ansiedad. Como por ejemplo un una discusión con tu pareja, o una reunión importante, o un examen, son elementos externos que podrían generar ansiedad.

Sentir ansiedad sin un motivo externo puede resultar desconcertante y frustrante, ya que es difícil encontrarle una explicación. Debido a que este tipo de ansiedad no siempre es desencadenada por eventos obvios; sino más bien puede surgir de manera inesperada y sin una causa directa. Eso puede también generar más ansiedad. Ya que al ser impredecible, se vuelve inesperado, por tanto sorpresivo y ansiógeno.

¿Qué es la Ansiedad Sin Motivo Aparente?

La ansiedad sin motivo aparente es un estado que surge en el cuerpo y en la mente, sin un desencadenante externo claro. Las personas que la experimentan pueden sentirse ansiosas de un momento a otro, incluso en situaciones cotidianas donde no hay un factor de estrés o un peligro real. Esta ansiedad puede manifestarse con síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, temblores o dificultad para respirar, y también síntomas emocionales como un intenso sentimiento de preocupación o miedo.

Posibles Causas de la Ansiedad Sin Motivo Aparente

Cómo decíamos anteriormente, la ansiedad sin motivo aparente puede ser desconcertante para quienes la padecen, ya que surge sin una causa externa clara. Lo que no significa que no tenga una explicación, sino que simplemente la causa no es evidente. A continuación, exploramos más detalladamente las posibles causas que podrían generar ansiedad:

La ansiedad se puede heredar
  1. Factores Biológicos: Este es un factor fundamental, ya que es muy común que la ansiedad se vaya heredando de generación a generación. Existe una predisposición genética para aquellas personas que son hijos de madres o padres ansiosos a padecer también ansiedad. Es común que las personas hereden las tendencias ansiosas de sus padres, lo que las hace más susceptibles a experimentar trastornos de ansiedad. Por lo tanto, no solamente por un aprendizaje social, sino por algo físico. No debemos de olvidar que la ansiedad tiene un correlato biológico, en el sistema nervioso, donde los neurotransmisores están desequilibrados.
  2. Estrés Acumulado: Las exigencias y responsabildades diarias pueden ir generando un estrés, que pareciera ser menor pero puede acumularse y eventualmente manifestarse como ansiedad. Este acumulamiento puede no ser obvio, por lo que la persona que padece la ansiedad puede sentir que este sentimiento surge «de la nada». La persona siente que está todo bien, o dentro de lo normal y que no logra entender porque se siente ansiosos. No obstante, al ir analizando con más detalles su cotidianidad y los conflictos que está enfrentando, podríamos explicar la ansiedad. Es común que personas con extensas horas laborales, que deben viajar horas para llegar a su trabajo, o que tienen un trabajo con mucha carga laboral, o conflictos con su pareja o sus hijos, puedan sentirse ansiosos, por un cansancio acumulado, o por no tener ningún lugar donde estar tranquilos. Pequeñas dosis de estrés cotidianos, y pocos espacios de autocuidado, se pueden ir acumulando cotidianamente y desencadenar episodios ansiosos.
  3. Cambios Hormonales: Las fluctuaciones en las hormonas, como las que ocurren durante la pubertad, el embarazo, el postparto y la menopausia, pueden también provocar o intensificar la ansiedad. Estos cambios pueden afectar cómo se siente una persona y cómo su cuerpo responde al estrés. Los cambios hormonales puede hacer que las personas estén con menos paciencia y tolerancia, lo que afecta en su respuesta al estrés. Situaciones que probablemente sin cambios hormonales puede enfrentar con mucha facilidad, pueden volverse muy amenazantes y desestabilizador.
  4. Condiciones de Salud Subyacentes: Ciertas condiciones médicas pueden imitar o exacerbar los síntomas de la ansiedad, como problemas de tiroides, enfermedades cardiovasculares o diabetes. A menudo, la ansiedad puede ser uno de los primeros signos de una condición médica subyacente.
  5. Trastornos de Ansiedad: La ansiedad sin motivo aparente puede ser una característica de varios trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, donde los individuos experimentan ansiedad persistente y excesiva sobre actividades o eventos, incluso situaciones ordinarias y rutinarias.
  6. Factores Ambientales: La exposición a ambientes estresantes o la falta de un apoyo social adecuado pueden aumentar la sintomatología ansiosa. El poco contacto social, o la sensación de soledad, puede aumentar los niveles de estrés y eso desencadenar en cuadros ansiosos. También situaciones políticas o contextos de guerra, afectan obviamente en la tranquilidad de las personas y puede generar cuadros de ansiedad.
  7. Estilo de Vida: El estilo de vida afecta indudablemente en la salud mental de las personas. Una persona que no hace deporte, que no se alimenta bien, que tiene un alto consumo de café u otras sustancias estimulantes, puede incrementar o desarrollar episodios de ansiedad. Mientras que personas con espacios de cuidado, que hacen ejercicio físico, que tienen una buena alimentación es poco probable que tengan mucha sintomatología ansiosa.

Estas causas dan cuenta de la complejidad de la ansiedad y cómo, esta sensación de estar ansioso sin motivo aparente, usualmente tiene múltiples causas que generar un mal estar inconsciente y desarrollar cuadros de ansiedad. El riesgo es que se puede dar un círculo vicioso, en el que la persona que comienza a sentirse ansiosa, de a poco se va distanciando de sus redes y amigos, tiene menos energía para hacer deporte, como se siente intranquila, no puede dedicar tiempo al autocuidado, por lo que la ansiedad puede ir en aumento. Como la ansiedad es «sin un motivo aparente» o «a partir de la nada» y también el aumento de la sintomatología es gradual, encontrar el origen es complejo.

Al ser gradual, la persona se puede ir adaptando y adecuando a sentirse ansioso, y no lo considera como algo incómodo o que requiere tratamiento. Hasta que la ansiedad le comienza a afectar en más áreas de su vida.

El funcionamiento de la menta no siempre es lineal, o causalista, sino que más bien más complejo y puede tener distintos factores que afectan en su bienestar. Por lo mismo, el camino para sentirse bien no es uno y tampoco es fácil saber cuál es.

Es por esto, que es muy recomendable iniciar una terapia psicológica a aquellas personas que se sienten ansiosos, ya que mientras antes consulten, es más fácil identificar los factores que están afectando en su salud mental. Si uno deja pasar mucho tiempo la ansiedad puede ir aumentando y afectando más en la calidad de vida de quienes la padecen.

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